miércoles, 13 de abril de 2011

Azerbaiyán. Capítulo 5

E aquí nuestras nuevas historias, nuestros nuevos capítulos acerca de este exótico y desconocido -ahora menos- país, Azerbaiyán. Cabe destacar la participación de nuestros seguidores del lugar, así como nuestro agradecimiento por habernos mostrado su país natal haciéndonos comprender que no es un lugar tan aislado y difícil de conocer. Sin más demora, aquí dejamos los capítulos de nuestra novela de viajes (y como dijimos en la entrada de abajo, los textos íntegros sin el formato de la presentación podréis encontrarlos en el apartado de comentarios):

I


II

 

III

 

IV




V




VI




VII









17 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola a todos.Les agredezco mucho por tales cuentos,chicos.De veras es un trabajo de lujo.El uso de nuestras amigas como protagonistas del cuento me sorprendió y alegró mucho a la vez.Además de eso vi el libro de cuentos populares azerbaiyanos y me interesa quien es su traductor.Si alguien lo sabe,por favor informenos.

Muchas gracias por todo
Tutu Yunusova(3curso azerí)

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO II (PARTE 1ª)

Ya los últimos rayos de sol tocaban el horizonte cuando llegamos al próximo destino, era un lugar hermoso, desde los colores empleados hasta como estaban realizados los edificios fue una de las cosas que más nos impresionaron del país o por lo menos eso fue lo que me pareció a mí, podíamos observar todo aquello que un día nos contaron unos compañeros a través de una videoconferencia. Cuando nos adentramos en la capital recordé a la niña que conocí cuando yo no tenía más de 10 años. Era una niña azerbaijana que había viajado a España por causas familiares, mientras estuve con ella todo iba bastante bien, pero, cuando toco la despedida ella me dijo que siempre estaría su casa abierta para mí, en algún lugar de su hermosa ciudad.
Les conté a las chicas todo lo que recordaba de ella, entre todas decidimos buscar la casa antes de que se hiciera más tarde.
Cansadas de buscar, una mujer de ojos muy oscuros se paró a preguntarnos si necesitábamos ayuda, esos ojos me recordaron a la despedida, era ella Aynur Garayeva, se alegro mucho de verme al igual que yo a ella, teníamos tanto de lo que hablar y solo varios días. Nos invito a alojarnos en su casa y hacer de guía mientras nos encontrábamos en Azerbaiyán. Aynur nos invito a cenar Kabad, una comida típica de este país. Esa noche, me dormí enseguida, ya que al día siguiente nos esperaba un buen trayecto.
Cuando amaneció, las chicas, Hy Vong y yo emprendimos nuestra larga visita guiada. Mientras llegábamos a los primeros lugares, nos contó las cosas básicas:
Que se situaba en la parte oriental de la Transcaucásica, Azerbaiyán limita con Irán por el sur, con Armenia por el oeste, con Georgia por el noroeste, con Daguestán (región autónoma de la Federación Rusa) por el norte y el Mar Caspio baña su costa oriental. Las montañas de la Cordillera del Cáucaso ocupan la mitad del territorio, en el centro se encuentra el valle de Kurá-Araks y el valle de Lenkorán al sudeste. El clima es entre moderado y subtropical, seco en las montañas y húmedo en las llanuras. Sus ríos principales son el Kurá y el Araks. Una vegetación de estepas áridas y semidesiertos, combinada con prados alpinos. Las montañas están cubiertas por bosques. Azerbaiyán colabora con la UNESCO en la conservación del patrimonio de la Ruta de la Seda.
La principal economía salía de la extracción petróleo aunque también del gas natural, cobre y hierro. Nuestro país tiene una población de 8.535.733 personas y una superficie terrestre de 86.600Km2.La moneda es el Manat y el idioma el azerí aunque la mayoría de las personas saben tres lenguas al menos. Una de las aficiones de la mayoría de la población es el ajedrez. Uno de sus máximos exponentes en ajedrez y conocido por esto es Gari Kaspárov.
También nos contó que casi todo el mundo iba a la universidad, aunque su nivel de estudio no fuera muy bueno, y que los padres cuidaban de sus hijos hasta que estos eran adultos, a veces siendo adultos todavía sus padres los seguían cuidando.
Después de visitar lugares extraordinarios como la fortaleza de Shamkir situada a las orillas del río Samkirchay o el pueblo de Chaparli, decidimos volver a la casa de Aynur que nos preparó otra gran cena de comida azerbaijana, que constaba de: Yarpag dolmasí, Dushberé y Tendir choreyí. Aunque todas estábamos agotadas algo nos impedía conciliar el sueño, así que no encontrábamos la manera de dormirnos.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO II (PARTE 2ª)

Nos pusimos a hablar ya que no teníamos nada mejor que hacer:
• ¿Por qué no contamos alguna historia típica de Azerbaiyán? Preguntó Daniela
• Es una gran idea, pero antes me gustaría preguntaros a cerca de las cartas que llegaron para nosotras la otra mañana. Contestó Bianca
• ¿Qué problema hay con ellas? Son de nuestros padres y de Sergio.
• Sí, cierto, y una de un tal Mario, para Daniela, ¿por qué no nos contaste que estabas con él, Dani? ¿Tan poco confías en nosotras?
• Quería contároslo, de verdad, pero no sabía como, era muy difícil, además llevamos poco tiempo, quería presentároslo cuando volviéramos. Perdonadme, por favor.
• No pasa nada Daniela, a mi no me importa, yo te comprendo, pero ahora que lo sabemos, tendrás que contarnos como os conocisteis, ¿no crees?
• Esta bien, todo empezó hace unos años, mas menos cuando Sergio y tú os conocisteis. Un día en la piscina, vi a un chico muy gracioso; me fui fijando durante una temporada hasta que un día decidimos hablar, por msn, por tuenti, mientras nadábamos… Continuamos así, hasta que una mañana se presentó en mi casa y me pidió que saliéramos. Y luego fue cuando tú nos propusiste este viaje para llevarle a Hy Vong a Rubén, y no podía decirte que no, además era muy tentador, y como a él no le parecía mal, pues estaba claro que os acompañaría.
• ¡¡Jo!! Eso si que es bonito, y Sergio y tú, ¿cómo os conocisteis? Preguntó Bianca muy interesada.
• Pues os resumo porque me apetece escuchar ya esa fantástica historia sobre los cuentos populares. Nos conocimos hace unos cuantos otoños, cuando por una gran casualidad, los dos caímos en la misma clase de academia. Todo iba genial hasta que una tarde decidieron separarnos a todos y claro estaba, no nos pusieron en la misma clase, pero si el mismo día y a la misma hora, con lo cual, nos veíamos todos los viernes. Cuando llegábamos nos sonreíamos y nos mirábamos, pero no sabíamos como hablarnos, hasta que poco a poco se nos quitó la vergüenza y comenzamos a hablar, claro esta, solamente cuando estábamos solos. Una de las tardes aunque yo estaba con mis amigas, él se acercó a mí, y me besó sin más, me pidió salir, y aquí estamos 6 años mas tarde, todavía perdura esa chispa que surgió en su momento. Como ya os he dicho, había muy poco que contar, y ahora si no os importa, vamos a dejar que Aynur, nos cuente alguna leyenda sobre Azerbaijan, que seguro que será tan interesante como las que hay en el libro de “Las mil y una noches”.
• La historia se llama “El pobretón y la serpiente”. Narra la historia de un pobre que le rezaba a dios para morirse, ya que pasaba mucha hambre. Un día se encontró un cofre, y pensó que habían monedas, pero en su lugar apareció una serpiente que se le enroscó en el cuello y quería morderle, por el camino encontraron a una zorra y esta primero le dio la razón a la serpiente, pero después se retractó y se la dio al pobre. Estos hicieron un pacto, que trataba en que la serpiente le mordería al rey y el pobre le salvaría la vida con una piedra que lo curara y así este como recompensa le daría la mano de su hija. Al visir esto no le gustó e intentó impedirlo. Al final, la serpiente muerde al rey, el pobre lo cura y se casa con su hija.



Después de escuchar atentamente su relato, decidimos irnos a dormir porque a la mañana siguiente debíamos partir hacia Georgia y Armenia. Nos levantamos un poquito más tarde de lo habitual ya que habíamos dormido muy poco. Nos despedimos de Aynur y Hy Vong se puso muy triste al tener que abandonarla, ya que se habían echo muy amigas. Ella nos acompañó hasta la frontera y le dio un beso en la trompa a nuestra pequeña Hy Vong deseándole feliz viaje. Continuamos nuestro camino con una gran sonrisa en la cara, porque sabíamos que en algún momento de nuestras vidas volveríamos a encontrarnos.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO I (PARTE 1ª)


Anduvieron durante horas, Chispa caminaba arrastrando sus patas, con la lengua colgando, del cansancio que tenía, y con Helen inconsciente en su dorso. Jake charlaba muy animado con Charlie, que le explicaba por donde tenían que seguir para llegar a Bakú, capital de Azerbaiyán, un país que sirve como un puente entre Asia y Europa.
De repente, Sara se despertó de un sobresalto y empezó a gritar como una loca:
-Charlie, Jake, ¿qué ha pasado? Preguntó Sara sorprendida.
-Nada importante hermanita, sólo que debido al golpe de calor te has desmayado, ahora descansa unos minutos con Chispa, que nos queda un largo camino que recorrer. Explicó Jake.
-Jake, Sara, quiero hablar un momento con vosotros. Querría preguntaros si podemos acercarnos a la Universidad de Bakú para entrevistar a una alumna de allí, llamada Aynur Garayeva será muy interesante lo que ella nos puede aportar sobre este país.
- ¡Sí nos hará mucha ilusión! Exclamó Sara más rápida que su hermano.
-Perfecto, iremos a la Universidad. Afirmó Jake.
Llegaron, por fin a la Universidad de Bakú, donde una chica con ojos color pardo, cabello oscuro y una esbelta figura. La diferencia entre esta chica y las demás vistas anteriormente en otros países, era su forma de vestir, ya que esta simplemente llevaba unos pantalones vaqueros, con una camiseta fucsia de manga larga y una cazadora encima.
-Hola me llamo Aynur Garayeva y hablo un poco de Español, os voy a contar un poco como es la vida en Azerbaiyán y os enseñaré algunos lugares de interés. Después de su presentación Aynur invitó a Jake, Sara, Charlie y Chispa a que entraran a la Universidad. Jake escuchaba atentamente lo que la chica quería contar y los demás la seguían a lo largo del pasillo. Tras dos minutos andando Aynur se paró en una de las clases, se sentó en la silla que había al lado de la mesa del profesor y esperó a que llegaran los demás.
-Bien, Charlie, me puede preguntar lo que usted desee. Dijo la mujer muy decidida.
-Vale, pues una breve pregunta y pasamos a ver la ciudad. ¿Cómo son tratadas las mujeres en tu país, respecto a los hombres? Preguntó Charlie muy seguro.
La chica cabizbaja miró hacia la ventana, cerró los ojos, pegó un suspiro muy fuerte y empezó a contar lo que ocurría en su país con las mujeres.
-Se supone que en Azerbaiyán, las mujeres y los hombres tienen el mismo derecho, pero cuando una mujer fuma, es considerado de mala educación, una mujer tampoco puede ir caminando sola por la noche, eso no lo permiten. Para mí esto es una forma de vivir y no se podrá cambiar ni ahora ni en miles de años.
Chispa levantó la trompa y la pasó por la cara de la chica empapada de lágrimas. La chica hizo un gesto de agradecimiento y prosiguió con la guía turística que les iba a ofrecer. Durante toda la tarde le enseñó la Universidad y comentó lo bueno que era para ella y el respeto que le tenía a los estudios en ese país.
-Es ya tarde y creo que deberíais descansar, os aconsejo un hotel que está cerca de aquí, se llama hotel de Europa, allí podéis comprar una habitación por 100 manat, son billetes de nuestro país, un manat equivale a un euro más o menos. Mañana os espero aquí en la puerta de la Universidad .Hasta mañana. Se despidió Aynur muy sonriente.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO I (PARTE 2ª)

Jake y Charlie entraron al hotel a encargar una habitación, mientras Sara y chispa esperaban en la puerta.
- ¡Sara no nos dejan meter a Chispa en una habitación con tres personas! tendrás que dormir tú con Charlie y yo dormiré con Chispa ¿VALE? Dijo Jake.
- Sí, pues claro, yo encantada. Admitió Sara con una sonrisa de oreja a oreja en la cara.
Subieron a las habitaciones, y en la de Sara y Charlie se oía una fuerte discusión.
- Charlie no puede ser que tardes tanto en ducharte ¡sal ya, que tengo que entrar yo!
- No seas impaciente Sara, ya te he dicho que no voy a salir cuando tú quieras.
- Jake o sales ya…. De repente Sara fue corriendo hacia la puerta, pero un fuerte resbalón la hizo caer al suelo. No fue el golpe el que la dejó perpleja, sino, un viejo libro que había escondido bajo la cama.
-Charlie ven, rápido, llama a mi hermano y a Chispa.
- ¿Qué pasa ya Sara ?Preguntó Jake medio dormido.
-Mirad esto.
Sara sopló por encima del libro y todo el polvo que habitaba en él, cayó al suelo, en él ponía “Las mil y una noches”.
-Este es un libro muy famoso, que contiene diversas historias muy interesantes, sin embargo, pienso que este libro contiene algo extraño. Dijo Sara.
-Pues claro Sara, este libro no es el de “Las mil y una noches”, este libro contiene cuentos que no son conocidos, son cuentos de Azerbaiyán, simplemente le han puesto la portada de otro, para atraer a la gente para que leyera, mira esta historia por ejemplo:

Alguien estuvo allí y alguien no estuvo.

Erase una vez, hace mucho tiempo, una vieja que vivía en el pueblo. Tenía un hijo que era pastor. No poseían más bienes que un asno, cuatro gallinas y una rueca rota.

Una vez le dijo el pastor a su madre:

- Aquí vivimos mal, madre. ¿Por qué no nos mudamos a Hiandja?

- ¡Hijo mío ¡ - objetó la vieja -. En Hiandja hay tantos pícaros y maleantes que te habrán embaucado en un momento dejándonos sin una hilacha de lo poco que tenemos.

Pero el hijo siguió insistiendo.

- Tú di que sí, y lo demás es cosa mía. Ya verás cómo me las arreglo a vivir a lo grande.

La madre se lo pensó todavía un poco y accedió.

La vieja montó en el asno, sobre el que cargaron también las cuatro gallinas y la rueca rota, y se pusieron en marcha, ella encima del asno y el hijo detrás, a pie y arreándole.

En Hiandja alquilaron una cabaña donde cobijarse y allí, más dificultades todavía para ganar algún dinero y seguían pasando calamidades.

La madre dijo un día:

- ¡Ay, hijo mío! En nuestra tierra nos conocían por lo menos los vecinos y teníamos amigos que nos ayudaban en lo que podían. Pero, aquí, que somos unos extraños ¿quién nos va a echar una mano? Llévate las gallinas albazar, véndelas y compra harina con la que te den por ellas. Luego, no sé cómo arreglaremos…

El pastor agarró las gallinas y fue albazar.

Pero, por el camino se cruzó con el encargado del bazar, que le quitó las cuatro gallinas.

El pastor dijo que se las pagara. Entonces el encargado del bazar le pegó un puñetazo en la cara.

- ¡Ahí tienes el pago, paleto!

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO I (PARTE 3ª)

Envolvió las gallinas en el faldón de su albornoz y tomó el camino de su casa. El pastor le siguió sin que se diera cuenta. El encargado llamó a su mujer y le dio gallinas.

La mujer las palpó y dijo:

-¡Qué buenas gallinas, mi hombre! ¿Cuánto te han costado?

-Un tortazo las cuatro- contestó.

Escondido detrás del portón, el pastor se puso a escuchar.

-Hay tengo convidados y los recibiré en el jardín- continuó el hombre-. Tú prepara las gallinas, y esmérate. Para servir, yo traeré del bazar a cualquier muchacho, que se dará por bien pagado con los restos de la cena. A la tarde lo mandaré y tú le das lo que yo te pida para acoger debidamente a mis invitados.

Y se volvió a marchar. El pastor lo había oído todo.

Cuando se puso el sol, volvió a casa del encargado del bazar y llamó al portón.

Salió a abrir su mujer.

-Me manda el amo- dijo el pastor-. Necesita dos alfombras grandes y dos más pequeñas para extenderlas debajo del plátano. Y me ha dicho que las lleve a toda prisa, porque pronto llegarán los invitados. La mujer sacó en seguida unas valiosas alfombras y se las dio al pastor, que se las echó al hombro y las llevó corriendo a su cabaña.

La madre le preguntó, muy sorprendida:

-¿Con qué dinero las has comprado, hijo mío?

- Con el que me han dado las gallinas- contestó.

Al poco rato se presentó de nuevo la mujer del encargado del bazar.

- El amo quiere que le mandes las gallinas- dijo- Han llegado ya los invitados.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO I (PARTE 4ª)

Toda presurosa, la mujer dispuso las gallinas asadas sobre una bandeja de plata, sacó un mantel de seda y se lo dio todo al pastor.

El pastor también lo llevó a su casa.

-Hijo mío, ¿con qué dinero has comprado todas las gallinas y todo lo demás? – preguntó la madre.

-Son las gallinas que me diste para vender- contestó el pastor-. Siéntate, madre y comamos.

Mientras tanto, el encargado del bazar buscó un muchacho y le mandó pedir a su mujer unas alfombras para extenderlas en el jardín antes de que llegaran sus invitados.

-Mi ama- dijo el muchacho-, dame en seguida unas alfombras. Y para no hacer dos viajes, me llevaré de paso las gallinas asadas porque los convidados están apunto de llegar.

La mujer se puso por las nubes.

-¡Así arda tu padre en sepultura! ¿Te estás burlando de mí? ¿No acabo de dártelo todo hace un momento?

-¿A mí?-protestó el chico-. Te juro, mi ama, que yo todavía no me he llevado nada.

La mujer se fijó entonces en el chico y se vio que, en efecto, era otro. Comprendió que le habían engañado y empezó a pegar gritos.

-Corre y dile a mi marido que un vagabundo se ha presentado de su parte y se ha llevado las alfombras y las gallinas ¡Y, por si fuera poco, le he dado de propina una bandeja de plata y un mantel de seda!

El encargado del bazar cayó en seguida en la cuenta de quién le había jugado aquella mala pasada.

Despidió a sus invitados y se fue en busca del pastor.

Preguntando a la gente dio por fin con la cabaña donde se cobijaban el pastor y su vieja madre, pero el pastor le vio venir de lejos. Se puso un vestido de su madre y salió con una escoba a barrer el patio.

Al encargado del bazar le gustó aquella esbelta ``muchacha´´ que manejaba con tanto brío la escoba.

-Oye, muchacha, ¿Dónde están tus padres?- preguntó.

-Yo no tengo padres-contestó el pastor. Vivo aquí con una vieja que me ha recogido por compasión.

El hombre cayó enseguida en la cuenta de que podría aprovecharse de la triste situación de la muchacha y le propuso:

¿No querrías casarte conmigo, que soy el encargado del bazar? Sólo tengo una mujer y, como va haciéndose vieja, quisiera tomar otra.

-Pues… ¿Por qué no?-contestó el pastor, rascándose la cabeza- si quieres, me casaré.

Muy contento, el encargado del bazar se llevó a la ``muchacha´´ a su casa.

Sin decirle nada a su esposa, condujo a la ``muchacha´´ a la parte de la casa que él ocupaba. Cenaron juntos y luego se pusieron a tomar el té.

En un rincón de aquel aposento había una prensa muy grande. El pastor preguntó:

-¿Para qué tienes aquí esa prensa?

-Para castigar a un ladrón que me ha robado hoy varios objetos de valor- contestó el encargado del bazar. Precisamente se la he pedido prestada aun herrero.

-¿Y cómo piensas castigarle?

Con la misma mueca de ferocidad que si tuviera ya en sus manos al ladrón, se puso a explicar:

-Pues, verás, Lo haré meterse entre las dos planchas de la prensa… Así, ¿ves?- y se metió él para que estuviera más claro-. Y luego haré girar la manivela del tornillo…

El pastor demostró que lo había entendido todo muy bien porque se puso a darle a la manivela del tornillo con tanta agilidad que el encargado del Bazar no tuvo tiempo de escapar y gritó:

-¿Qué haces insensata? ¡Ten compasión de mí! ¡Me vas a aplastar las costillas! Pide lo que quieras y te lo daré, pero sácame de aquí… ¡Ay, ay!

-Aguanta un poco- contestó el pastor-. Esta mañana, cuando me diste un puñetazo en la cara, me crujió la mandíbula. Ahora quiero oír yo como te crujen las costillas.

Sólo entonces comprendió el encargado del bazar la esposa que se había buscado. Se puso a gritar de tal manera que acudieron su mujer y los vecinos.

El pastor optó por salir corriendo. A la mañana siguiente, la mujer del encargado del bazar mandó a buscar a un curandero.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO I (PARTE 5ª)

El pastor, que se enteró, se compró ropa adecuada y se presentó en la casa.

La mujer condujo al supuesto medico hasta el lecho donde yacía su marido, de costado porque tenia la espalda y el pecho desollados, quejándose a gritos.

-Ahora, no tienes porque quedarte aquí- le dijo el pastor a la mujer. Ya vendrás cuando yo te llame.

Una vez a solas con el encargado del bazar, el pastor le espolvoreó de sal y pimienta en las desolladuras y luego le vendó con una faja bien apretado. El hombre aullaba de dolor. El pastor llamó luego a la mujer y le dijo:

- Con el ungüento que le he aplicado, tu marido se encontrará curado mañana. Pero, por mucho que te ruegue, no debes quitarle la faja que le he puesto como vendaje.

La esposa prometió al ``curandero´´ cumplir con sus prescripciones al pie de la letra y pagó con largueza los cuidados presentados a su esposo.

El pastor volvió entonces a toda prisa a su casa, cargó sobre el asno las alfombras y demás objetos que le había quitado al encargado del bazar y abandonó Hiandja en compañía de su madre y él mejoró su ajuar con lo que había sacado al encargado del bazar.



-¿veis? Estas historias han sido escritas por alguien anónimo a nosotros, quien ha querido que se publiquen de una forma muy especial. Lo mejor es que dejemos el libro aquí, para que otro puedan disfrutar de esas maravillosas historias.
-Siempre tan listo Charlie, Dijo Sara suspirando.

***
A la mañana siguiente, tomaron rumbo hacia Shamkir, una provincia del noroeste, mientras caminaban Aynur les iba contando las fiestas que se hacían allí en su país cuando llegaba la primavera.
- Noruz es el nuevo año persa, comienza el 21 de Marzo, y, en las cuatro semanas que la preceden, todos los martes se hacen hogueras para festejar y celebrar los cuatro elementos, uno por cada martes: tierra, aire, agua y fuego.
- ¿Y no estamos en Marzo, verdad? Dijo Jake desilusionado.
-No. Esbozó Aynur una sonrisa. Pero podéis veniros cuando queráis a celebrarlo con nosotros. Volvió a esbozar una sonrisa.
Tras media hora andando, se pararon a comer en un restaurante, cerca de la provincia.
- Si queréis os digo lo que más me gusta de estas comidas y ya vosotros elegís. Propuso la chica Azerbaiyana.
- Si , nos sería de muy útil, estamos indecisos. Dijo Jake sonriente.
- Pues en el menú pone que hay: Dosheme plov, Fisinchan plov, Lülə kabab, badımchán dolmasí y mucho más , pero esas son las más destacadas , pedir lo que queráis.
- Yo pediré lo que usted. Dijo Jake.
- Yo también .Dijeron Sara y Charlie simultáneamente.
- ¿y Chispa que desea? Dijo Aynur mirando al animal.
Chispa movió la trompa y señaló la comida que quería, muy hábilmente. Comieron muy rápido para poder seguir su guía por la provincia de Shamkir y caminaron un poquito más hasta encontrarse con un monumento histórico.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO I (PARTE 6ª)

-¡Mirad, la fortaleza de Shamkir y Koroglu, es un objeto arqueológico muy antiguo! Exclamó Aynur con mucho interés. -ahora mismo estamos al lado del río Shamkirchay, a unos 4 km de la estación Ferrocarril Shamkir. Si queréis podéis visitar otros pueblos que hay cerca de aquí que tienen también muchos objetos históricos como Chanlibel, Shishtepe, Chinarli… u os puedo decir la dirección de un amigo mío muy interesado en el ajedrez , que os podría enseñar mucho sobre ese juego , ya me entenderéis cuando habléis con él . Yo me tengo que ir a Bakú, pero espero volver a veros, me ha encantado poder enseñaros un trocito de mi país, gracias.
Jake se despidió de ella muy desilusionado, mientras Chispa le daba golpecitos en la espalda con la trompa para animarlo.
-Hasta siempre mi amor platónico. Dijo Jake por lo bajo.
-¿Qué dices Jake? Preguntó Sara.
-Emm…emm.
-No seas cotilla. Interrumpió Charlie.
-Tú no te metas, que todos sabemos lo que eres capaz de hacer. Dijo Sara muy enfadada.
-¡BASTA! Gritó Jake – ¿No os da vergüenza estar peleándoos como niños pequeños? Por favor parad ya y sigamos el camino para encontrar la dirección que nos ha dicho Aynur.
Buscaron la dirección durante de dos horas y con mucha suerte lograron encontrarla, la casa estaba escondida entre varios callejones y era imposible de encontrar. Jake se acercó a la puerta y tocó lentamente.
-¿Quién hay ahí? Se escuchó una voz ronca.
-Señor. ¿es usted AZER ABASELIYEV?
- sí, el mismo ¿Qué desean?
- Pues nos ha dicho una amiga que es usted experto en Ajedrez ¿verdad? Dijo Jake.
El hombre con cara de pocos amigos, se levantó de la silla y dijo:
-Exacto, no es que sea experto, soy profesor de Ajedrez, en este país es considerado como el quinto en la lista de los países que poseen la mayor cantidad de grandes maestros de ajedrez y unos de esos soy yo.
- ¿Si? ¿Y como podría demostrarnos usted eso? Preguntó Sara.
-Juega conmigo, 200 manat a que gano. Propuso el hombre malhumorado.
-Trato hecho. Dijo Sara.
-¿Qué hablas loca, no tenemos 200 manat ?Susurró Charlie.
-Tranquilo lo tengo todo controlado. Dijo Sara tranquilamente.
-Charlie prepara unas escaleras para poder montar en el dorso de Chispa por si tenemos que escapar, que no me fío yo de Sara. Le susurró Jake.
Jake observaba como aquel maestro de Ajedrez se comía con la mirada a Sara, lógicamente Azer abaseliyev era muchísimo más bueno que ella y estaba demostrando lo mucho que sabía sobre este juego tan enigmático.
-¡Bien! Gritó el maestro de Ajedrez mientras colocaba la última ficha y dejaba a su rival en ridículo.-Ahora quiero mi dinero.
-Señor … emm..emm. Tartamudeaba Sara.
-¡y mi dinero¡ dijo el maestro enfadado.
De repente se oyeron las pisotadas del elefante, a la misma vez que Jake gritó:
-¡Sara corre, corre, corre!
Los dos se subieron rápidamente al elefante, mientras el maestro de Ajedrez se disponía a sacar una navaja de su bolsillo, pero cuando esto sucedió, el elefante ya estaba fuera de peligro, al igual que sus compañeros de viaje.
-Ese hombre estaba loco. Dijo Sara.
- ¡Por poco nos matan, por poco nos matan! Dijo Jake muy asustado.
Charlie que era el único que estaba calmado, pidió tranquilidad y avisó de que ya se estaban dirigiendo hacia otro nuevo país.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO IV (PARTE 1ª)

A la entrada de Azerbaijan Héctor sacó un papel en el que había información sobre el país. Tenía una extensión de 86600km2, población aproximada de 9 millones, con una república presidencial como sistema de gobierno.Su clima es de alta montaña, por lo cual la temperatura aumenta 6 grados celsius cada kilómetro ascendente. Las precipitaciones superan los 1000 milímetros anuales.
Hamig y su familia les dijeron a Héctor y a Kachimbí que su pequeño bebé estaba a punto de nacer. Decidieron quedarse en un hospital cercano mientras nuestra pareja de viajeros recorrían Azerbaiján.
-Oye, Héctor -dijo Hamig- mi mujer está con contracciones. Creo que deberíamos quedarnos en el hospital más cercano durante unas semanas. Aquí nos separamos. Nos vemos en la frontera, ¿de acuerdo?
Vale, nosotros nos quedaremos deambulado por el país. Nos vemos en la frontera en unas semanas.
Héctor y Kachimbí, siguieron su camino hacia Bakú. Allí pretendían conocer a un profesor de español llamado Ángel.
Él sería su nuevo guía en este trayecto.
Era, según les habían dicho, un profesor que vivía allí desde hacía años. Estaba anocheciendo cuando llegaron a la capital. Preguntaron a varias personas sobre la localización de la casa de Ángel, nadie lo conocía. Cuando ya estaban desesperados, llegaron a un parque donde se toparon con un extraño:
-Héctor y Kachimbí ¿Sabeis quién soy? - dijo el desconocido.
-No, pero si nos conoces y hablas español, será por algo.
-Me mandaron vuestras fotos por correo. Soy Ángel y os haré de guía por Bakú. Supongo que tendréis poco dinero, ya que según me han contado, lleváis varios países recorridos, ¿me equivoco?
-En absoluto.- comentó Héctor.
-Pues entonces os alojaréis en mi casa. Cuidados no os van a faltar.
Tras la conversación, Héctor Kachimbí se acomodaron en la casa de Ángel. Después, se fueron a dormir.
Por un lado, el elefante se tumbó en la terraza porque el salón era demasiado pequeño, mientras que Héctor se acurrucaba en un saco de dormir que había llevado consigo durante toda la travesía.
A medianoche, Héctor no podía dormir. Sacó unos de los pocos cigarrillos que llevaba guardados de su último viaje a La Habana y salió a la terrraza junto a su querido elefante.
A todo esto, Ángel escuchó unos ruidos, se despertó y se dirigió al salón. Se dio cuenta de que esos sonidos procedían de la terraza. Atemorizado, se aventuró a cruzar la puerta que conectaba el salón con la terraza y por suerte se encontró a sus dos huéspedes.
Héctor hablaba solo, en realidad hablaba con Kachimbí, pero eso nadie lo sabía.
Ángel lo miró sorprendido a lo que Héctor contestó:
-No puedo dormir.
-¿Qué tal si llamo a mi vecino? Vive aquí arriba, y nunca duerme de noche. Me ofreció venir a contarnos historias sobre Azerbaiján, pero le dije que estaríais durmiendo.
De repente kachimbí se despertó y Héctor pidió a Ángel que llamara a su vecino para que le contara esas historias de Azerbaiján.
A los pocos segundos el vecino de Ángel bajó a su casa y les presentó a sus nuevos huéspedes.
Este vecino, que se llamaba Mario, iba a contar un pequeño cuento azerbaijano incluido en un libro de historias con la estructura muy parecida a los cuentos de Las Mil y Una Noches. La historia se llamaba Abdullá, el maestro albañil y comenzaba así: (Cuento pc)
Cuando terminó de contar esa interesante historia Kachimbí se quedó dormido y Mario decidió irse a su casa porque era
demasiado tarde.
Héctor también se fue a acostarse y Ángel decidió hacer lo mismo.
A la mañana siguiente Héctor, Kachimbí y Mario salieron de la casa de Ángel. Fueron a visitar la nueva cuidad, los monumentos y las calles. A medio día Héctor sugirió que se quedasen a comer por uno de los restaurantes que habían allí cerca.
Héctor le pidió al camarero el plov, que es una comida típica de Azerbaiján, que es un arroz que se prepara en una cacerola y en otra a parte se prepara la carne con más ingredientes. Mario pidió un kabab compuesta por carne de cordero

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO IV (PARTE 2ª)

Al terminar de comer, Héctor pidió al camarero la cuenta. Se ofreció voluntario para pagar, y le costó la comida veinte manat.
Una vez de camino al encuentro con Hamig, Héctor se despidió de Mario. Ángel también se quedó por allí.
-Mucha suerte- les deseaba mientras se alejaba.
Llegando a la frontera se encontraron con unos hombres que destacaban por el contraste de sus vestimentas. Uno de ellos llevaba una camisa de cuadros, unos pantalones raídos y un pasamontañas que lo hacía parecer un atracador de bancos; el otro parecía ser señor de buena familia. Iba vestido de traje, con una corbata a rayas y unos zapatos característicos de un hombre de negocios
Héctor no se sorprendió mucho al verlos, ya que él había conocido a personas más raras todavía.
Estos dos hombres tenían una mesa delante de ellos.
Era una gran mesa de madera, tenía dibujado un tablero de ajedrez. Bajo la mesa había una gran caja fuerte.
-Hola- dijo el mejor vestido- mi nombre es Kaled. Este de aquí es mi compañero, Jossad. Venimos a ofrecerle un trato, ustedes nos ganan al ajedrez y les dejamos pasar. De lo contrario nos pagaran una cantidad de dinero.
-No tenemos dinero- dijo Héctor.
- Si no tienen dinero nos pagaran con ustedes mismos, los arrestaremos.
Kachimbí quiso correr pero Héctor se lo impidió.
-Quédate aquí- le dijo.

-Jugaremos al ajedrez.- dijo Héctor- Pero, si ganamos la partida, ¿qué obtendremos a cambio?
-Nada, vuestra libertad.
-No estoy de acuerdo. Juego al ajedrez, ¿si gano que consigo?- preguntó Héctor a la vez que miraba a Kachimbí.
Uno de esos hombres miró al otro.
- Os daremos un manat. Así podréis comprar comida para ese elefante.
Llegó un momento en el que Héctor no sabía que hacer. Esos mafiosos vivían de estafar a la gente jugando al ajedrez y él era otro, en camino de ser estafado.
Sólo le quedaban tres piezas. A su contrincante ocho.
Cerraba los ojos cada vez que era el turno del contrario. No podía perder. No podía dejar a medio ese viaje.

Pero, aunque sabía poco de ajedrez, vió como el adversario cometía un fallo. Se dijo a sí mismo que no sería tan difícil ganarle. Solo tenía que idear la manera de ganar.
Y así lo hizo. Poco a poco.
Al final le quedaban dos piezas y al otro tres.
Empataron. Dos cada uno.
Finalmente ganó Héctor pero el mafioso, enfadado, mandó a su ayudante recoger las cosas y persiguieron a Héctor y Kachimbí. Que, gracias al elefante, llegaron pronto a territorio Armenio. ya solo les quedaba esperar
Llegó un momento en el que Héctor no sabía que hacer. Esos mafiosos vivían de estafar a la gente jugando al ajedrez y él era otro, en camino de ser estafado.
Sólo le quedaban tres piezas. A su contrincante ocho.
Cerraba los ojos cada vez que era el turno del contrario. No podía perder. No podía dejar a medio ese viaje.

Pero, aunque sabía poco de ajedrez, vió como el adversario cometía un fallo. Se dijo a sí mismo que no sería tan difícil ganarle. Solo tenía que idear la manera de ganar.
Y así lo hizo. Poco a poco.
Al final le quedaban dos piezas y al otro tres.
Empataron. Dos cada uno.
Finalmente ganó Héctor pero el mafioso, enfadado, mandó a su ayudante recoger las cosas y persiguieron a Héctor y Kachimbí. Que, gracias al elefante, llegaron pronto a territorio Armenio, ya solo les quedaba esperar.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO V (PARTE 1)

Manolo seguía conmovido por su encuentro con Javier Reverte. Él, montado a lomos de su acompañante se fue adentrando en un nuevo país, Azerbaiyán. Tras atravesar los Montes Talish, una cordillera que separa al país de Irán por el sur, siguieron su camino hasta la localidad de Port Iliç.
Allí, se tropezaron con unos turistas recién llegados de Alemania, que asistían a una charla geográfica de su guía donde se exponían las características del país. La guía decía así:
Azerbaiyán es un pequeño país del Cáucaso con una extensión de 86.600km². Es montañoso y, por otra parte, costero.
Después de oír aquella charla siguieron con su camino que les llevaría a la capital del país, Bakú.
Para llegar allí tuvieron que atravesar el río Kür, que atraviesa el Llano Kür-Aras.
Una de las mayores aficiones de Manolo era el ajedrez, en España había ganado varios campeonatos de este deporte. Mientras caminaban él se enteró de que en Bakú se iba a celebrar un torneo de ajedrez dentro de cinco días. A Manolo, que normalmente caminaba tranquilo y sin prisa, de repente aligeró el paso como si el suelo le quemara los pies, para llegar a tiempo al torneo.
El torneo iba dedicado al maestro del ajedrez Gari Kasparov, al que Manolo tenía como un ídolo.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO V (PARTE 2)

Al escuchar que era posible que su ídolo fuera al torneo aligeró aún más el paso. Varios kilómetros después llegaron a Bakú y se dispusieron a buscar el recinto donde se realizaría el torneo.
Las prisas de Manolo tuvieron éxito, todavía quedaban plazas para inscribirse, pero aun faltaban dos días para que se celebrase.
Con la alegría de haber se podido inscribir en el torneo Manolo y su elefante fueron a buscar alojamiento, un par de horas después lo encontraron en un albergue, situado en el centro.
Cuando llagaron al albergue, dejaron las maletas y se dispusieron a cenar.
La persona encargada del albergue, Azer Abaseliyeb, nos sirvió una comida típica de allí, el tika kebab, hecho con carne de cordero.
Durante la comida se dio cuenta de que los comensales que tenia a su lado eran también participantes del torneo. Por la noche Azer y los huéspedes, que eran mayormente azerbaijanos, empezaron a contar cuentos típicos del país .
 Empezó Leyla Huseynova, la única participante femenina del torneo:
Érase un rico mercader. Una vez quiso marcharse a comerciar a países lejanos. Compro muchas mercaderías, se despidió de su mujer y partió. Fue de un país a otro hasta que llegó a cierta ciudad. Allí se hospedó en un caravanserrallo. Era costumbre en aquella ciudad que, cuando llegaba algún mercader forastero, le hiciera un digno regalo al shah, quien luego invitaba al mercader a jugar con él al nardi.
Conque nuestro mercader apiló muchos preciosos tejidos sobre una bandeja y se encaminó al palacio.
El shah le contó, entre otras cosas, que tenia un gato amaestrado a sostener sobre la cola, durante toda la noche, siete candiles encendidos sin moverse. Luego propuso al mercader jugar al nardi, pero con la condición de que si el gato mantenía durante toda la noche los siete candiles sobre la cola, el shah se quedaría con todas las mercancías traídas por el mercader y con su dinero, y el mercader seria conducido a una mazmorra; pero si el gato no aguantaba, el mercader se quedaría con todo el tesoro del shah y encerraría a éste en un mazmorra. El mercader no tuvo más remedio que aceptar.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO V (PARTE 3)

En cuanto el shah lo llamó, el gato acudió, se acostó a su lado y extendió la cola. El shah ordeno que colocaran siete candiles sobre su cola y empezó a jugar al nardi con el mercader. Tres días y tres noches pasaron jugando sin que el gato hubiera movido una sola vez la cola en todo esa tiempo. Finalmente, ya extenuado, el mercader se levanto dándose por vencido. El shah, ávido y cruel, ordeno que la arrojaran maniatado a una mazmorra y se apropio de todas sus mercancías y todo su dinero.
El criado del mercader, viendo lo que le había sucedido a su amo, volvió presurosamente a su tierra y se lo contó todo a la esposa del mercader. Ésta mandó que cazaran a cuantos ratones pudieran y los metiesen en un cofre. Luego se vistió de mercader y se puso en camino, con varios criados, al frente de una caravana. Cuando llegó a la ciudad donde estaba encarcelado su marido, colocó un rico presente sobre una bandeja y fue a ver al shah. Pero antes les dio a sus criados el cofre de los ratones recomendándoles que soltaran unos cuantos en el aposento donde estuviera ella jugando al nardi con el shah.
El shah acogió con todos los honores a la esposa del mercader y le propuso jugar al nardi en las mismas condiciones que había jugado con el marido. La mujer aceptó. El shah llamó al gato. El animal acudió en seguida, se acostó a su lado y estiró la cola. Después de que colocaran siete candiles sobre la cola del gato, el shah y la esposa del mercader se pusieron a jugar al nardi. Al poco rato, los criados soltaron unos cuantos ratones en el aposento.
En cuanto vio los ratones, el gato quiso lanzarse sobre ellos, pero el shah lo miró con tanta fiereza que siguió en su sitio. Al poco rato, los criados soltaron otros cuantos ratones. Esta vez, el gato no pudo aguantar ya. Pegó un salto, tirando los candiles, y se puso a darles caza.

Isabel Martínez Llorente dijo...

TEXTO DEL VÍDEO NÚMERO V (PARTE 4)

A una señal convenida, los criados del mercader entraron la estancia, maniataron al shah y lo encerraron el la mazmorra donde tenia prisionero al mercader, dejando libre a éste.
La esposa del mercader salvó así a su marido y libró al pueblo de aquel cruel shah.
Al, día siguiente Leyla, les invitó a conocer cómo era una boda en su país.
Ese día se casaba su prima, todo el mundo iba muy arreglado, y además llevaban regalos para los novios. Manolo se sorprendió de la cantidad de comida que había, había platos como el lule kebap, el bahq kababi, badımchán dolmasí o el Jingal y una taza de té que en Azerbaiyán siempre se sirve acompañando a las comidas con un trocito de mermelada. Además de todo esto, sirvieron una gran variedad de postres (Shekerburá, Pajlavá, Gogal…)
Hoy es el día del torneo, aunque Manolo no había dormido mucho debido a la panzada de comer y a los nervios, estaba listo para ganar.
Ya en la puerta del recinto todo el mundo se le quedaba mirando, ya que no era muy común ver elefantes por esta zona. Él explicaba que el elefante era como un amuleto que le ayudaría a ganar.
El primer adversario no fue muy difícil de vencer, cuatro movimientos y jaque mate. Pero no todo el torneo fue así, la dificultad fue aumentando conforme pasaba de ronda.
Manolo llegó a la final, pero pocos minutos antes de empezar se armó un revuelo junto a la puerta del pabellón. Era el maestro Kasparov, que confirmaba el rumor de su asistencia al torneo.
Tras una pequeña charla con el famoso ajedrecista y unas cuantas fotos para la prensa local, la final comenzó. Nuestro protagonista se dejo llevar por los movimientos de su rival en los primeros movimientos, pero luego tomo las riendas de la partida y en un final muy emocionante Manolo dio jaque mate y ganó la partida, junto a esta el campeonato.
El trofeo fue entregado por Gari Kasparov, y con este en sus manos Manolo y su Paquidermo salieron del recinto.
Los dos fueron al albergue a recoger sus cosas y así poder partir hacia su siguiente destino. Pero el dueño del albergue y los participantes del torneo les tenían preparada una pequeña fiesta. Había música azerbaijana y como es típico en el país mucha comida.
Con la alegría de ganar y la satisfacción de haber conocido a mucha gente encantadora, tomaron otra vez el cauce del río Kür y por su orilla se adentraron en el Cáucaso para acercarse a su siguiente destino Armenia.

Cristina Nicolás Ruiz dijo...

De verdad que siento mucho la tardanza, pero no me percaté de este comentario de Tutu Yunusova, y por ello le contesto, que la traductora de los cuentos azerbaiyanes es Isabel Vicente, de veras vuelvo a pedir disculpas por el retraso.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Es extraño como suceden las cosas, una simple mirada, un simple gesto, un simple movimiento hace que todo lo que gira a nuestro alrededor cambie por completo, algunos prefieren llamarlo destino, otros prefieren llamarlo casualidad, creo que yo me quedo con destino, porque, si algo sé, es que todas las cosas incluso las más insignificantes suceden por algo, pero, estoy por creer que cada persona se crea su propio destino, porque al fin y al cabo somos nosotros quien elegimos lo que queremos hacer, decir o pensar, supongo que el destino está aquí munchas veces para hacernos reflexionar o para darnos una segunda oportunidad.