miércoles, 29 de febrero de 2012

"Elefante Viajero" recibe en el aula a Iván Levasseur

La visita del artista de origen francés Iván Levasseur (http://lesondelaterre.free.fr/accueil.html)  a nuestro proyecto ELEFANTE VIAJERO ha supuesto el contacto directo y vivo con una persona que nos ha  aportado experiencia, creatividad , arte y filosofía. Iván entiende la música como vehículo de unión entre los pueblos, las razas y las culturas, al mismo tiempo que modela las tierras de cada país por donde viaja mezclándolas con el agua, el fuego y el aire, convirtiendo así los elementos en arte sonoro más allá de cualquier frontera.
La mañana fue diferente, la idea del viaje se palpaba en el ambiente desde el primer minuto en que sonó el armonio indio.


Los cantos diafónicos de Mongolia sorprendían a todos. Las ocarinas recién modeladas emitían escalas pentatónicas que nos trasladaban al caúcaso o tal vez hacia un rincón de tierras desconocidas...   la aventura estaba servida...









¿Qué significó para vosotros el hecho de poder conocer a un viajero auténtico, a una persona tan especial, a un artista cuyo universo es el aire y el agua y la tierra 
y cuya residencia está sita en "sus zapatos"?

13 comentarios:

Paula dijo...

Iván Levasseur, es un hombre alucinante. Tiene una personalidad muy grande y se nota que sabe valorar las importantes de la vida, como lo es la MÚSICA. Porque como él definía el otro día: “La música nos d la posibilidad de abrir puertas al mundo, de relacionarnos”, y de sentir. Era impresionante como este hombre podía con la voz representar los sonidos de la tierra, el barro, el agua y el aire. Era emocionante escuchar esos cantos con esa música y que al cerrar los ojos te llegara la música al alma. Que al escucharla ahora mientras escribo me produzca una sensación placentera y recordar a Iván cantando, con esa maravillosa voz con la que podía representar los sonidos de la naturaleza y además todos a la vez. Como hacía sonar una flauta en su garganta a la vez que cantaba… Era, como digo, emocionante.
Iván Levasseur era un hombre agradable, amistoso y buena persona. Además, nos demostraba que todos podemos hacer lo que deseemos y eso era muy importante.
Para mí, que viniera una persona de Francia a visitarnos a Murcia, fue muy agradable, ya no por el hecho de conocer música nueva y nuevas culturas sino por el placer de conocer a una maravillosa persona como Iván. Me encantó su visita y como se afianzó con nosotros, como simultáneamente nos mostraba su cariño y su amor por la música.
Cuando Iván llegó, es decir, cuando llegamos y lo vimos ahí sentado, yo me sorprendí de su aspecto, yo como otros pensaba que era un indígena que nos iba a tocar dos o tres canciones y ya está, pero de repente cuando comenzó a hablar español que no era su idioma, fue alucinante.
En conclusión, sinceramente, me encantaría poder volver a poder repetir esta experiencia nueva, y poder volver a hacerle un regalo tan alucinante a mi oído y mi corazón.

Noelia Ruiz 3ºa dijo...

"Tras la música"
El pasado martes tuvimos el placer de conocer a un peculiar hombre, Ivan Levasseur. Sus vestimentas eran un tanto extrañas ya que eran achas y muy coloridas. Tenía una gran barba blanca que le cubria el cuello y su explendida garganta. Y digo explendida porque su voz era impresionante.
Había varios armónicos sonando simultáneamente en su garganta, a esto se le llama cantos diafónicos.
Él es francés, y a pesar de ello, nos pudimos comunicar fácilmente ya que hablaba un poco de español, aunque nosotros tambien intentamos hablar en francés.
Durante su estacia en la clase de música pudimos ver diferentes instrumentos creados por él, !Eran impresionantes! También tocó una especie de piano y armónica a la vez que cantaba; fue una experiencia muy bonita. Fue como transladarse, a través de la música, a otro lugar como si fuera un viaje, sin nisiquiera, salir de la clase.
Las músicas que tocaba o cantaba eran sobre todo de la India y Mongolia, que se caracterizaban por transmitir una sensacion de tranquilidad y armonía o tambien el transcurso de un viaje, como nuestro propio viaje con el elefante. Esta visita tenía que ver, en cierta parte, con este viaje. Las culturas de Oriente representadas en forma musical.
En nuestra visita al museo de Barranda, también pudimos ver instrumentos parecidos a los que tenía Iván.
Al terminar la clase, todos nos hicimos una foto con él para no olvidar esa magnifica hora, y además, conlgarla en nuestro blog de "El Elefante Viajero".
Algo que me sorprendió bastante fue que ese personaje tan humilde fuera famoso en todo el mundo y que además tuviera su propio disco: " Los sonidos de la tierra "
Creo que ha sido algo beneficioso que alguien de otro país venga al instituto, ya que, es una forma nueva e innovadora para aprender.
Espero tener durante lo que nos queda de viaje, muchas más experiencias como ésta.

michael :P dijo...

Al principio me sentí un poco raro porque era una actividad nueva que no sabía de lo que trataba, cuando empezó a tocar el armonio indú me sentí muy relajado y con ganas de escuchar, que eso ya es raro en mí, porque normalmente en el instituto eso no me pasa. Me sentí en paz con el mundo y me imaginaba en mi cabeza de donde podría ser cada canción que escuchaba. Después con los cantos diafónicos, me sorprendí porque hacía varios sonidos con la garganta, mientras tocaba al mismo tiempo con el armonio indú. También hablaba de muchas cosas, una de ellas era que decía que el viaje era música y que todos los elementos tenían un sonido diferente, y que el los expresaba con los instrumentos que él mismo había fabricado. Sobre todo me gustaron las fotos del final. Mi opinión personal de Iván Levasseur al principio no me convenció mucho, pero si al final, en resumen me encantó.

Esperanza Magaña Morales 3ºA dijo...

El otro día pude ver los distintos sonidos de la tierra,me dí cuenta que hay tipos de música muy diferentes a lo que escuchamos en nuestro día a día.

Iván Levasseur,un hombre francés que me enseñó diversas curiosidades relacionadas con la vida y la música.Éste,a primera vista me pareció un simple mendigo,pero más adelante me dí cuenta que este hombre sabía incluso más que todo el profesorado del instituto junto.

Levasseur llevaba un instrumento llamado Armonio Hindú,era algo parecido a un acordeón,pero tenía un sonido mucho más bonito y peculiar.Me sorprendió bastante era como podía relacionar sus cantes diatónicos con el instrumento.

Otra cosa destacable de Iván Levasseur eran los instrumentos que él mismo fabricaba,aquellos pajaritos artesanales eran muy interesantes, ¡Ojalá hubiéramos hecho el taller!

A mí, me encantaría poder volver a ver a Iván y que nos siga contando de sus viajes y su vida,espero que el profesor nos lo vuelva a traer a clase para volver a vivir esta experiencia.

Anónimo dijo...

Iván Levasseur u hombre de presencia rara, dificil de poner en un grupo en concreto, con ropas de colores de la vida y con un estilo único.
Nos hizo pensar, por lo menos a mí, que la música no es solo notas, ritmo, letras, sino la música es un camino, es la vida, el barro, el cielo, es decir, todo lo que nos rodea y nos abraza. La música hace que sintamos algo nuevo.
Él hizo que me introdujese en su música de una manera briallante, magnífica y todo eso lo consiguió tocando un instrumento hermoso, un armonio Indú, con el que nos mostró la música de India y Mongolia entre otros; pero a la vez tocando su instrumento más valioso, su garganta con la que hacía sonidos simultaneamente.
Iván me condujo a esos países, donde la música es muy importante y hizo que me interesase por todos ello. La música es un vínculo, el vínculo de una persona a un país, por eso en el trabajo del elefante ciajero, no es tan importante la hitoria, la política, el clima... sino que con la música podemos descubrir muchas más cosas y de forma más divertida.
Todos los instrumentos que tocaba los hacía él, con sus propias manos, como la flauta doble o con unos jarrones llenados de agua, cada uno con una cantidad determinada para que sonaran distindas notas. Todo él era música, tranquilidad, naturaleza...
Me gustaría parecerme a él, tener su mismo sentido de humor, su misma manera de ver a la gente, nada de machismo, nada de diferencias, nada de nada, solo ser libres e iguales.
Con tan solo un poco de barro, amor y nuestras manos podemos hacer música.
Su visita fue increible y la disfruté mucho.
Nerea Ros Moreno.3ºA

Melody dijo...

"Los sonidos de la tierra"
Cuando entré por la puerta lo único que pensé era... ¿Qué hacía aquel hombre aquí? Me quedé perpleja al ver su vestimenta, que por cierto me encantada xD, y por la gran barba que llevaba.
Al principio pensé que era un mendigo, o que no procedía de Europa, pero, más tarde, escuché que se llamaba Ivan Levasseur y que venía de Francia.
El empezó a cantar y, a la vez tocaba un extraño instrumento, me cuyo nombre no consigo acordarme,con el que, cuando dejaba de tocar, se escuchaba, a parte de su grave voz, el cantar de los pájaros, era tan relajante...
Más tarde,nos enseñó un vídeo en el que él aparecía tocando muchísimos instrumentos, espectaculares pero sencillos, que procedían de India o de Mongolia.
A mí, personalmente, me impresionaron unos muñequitos que estaban colocados como adorno en un fabuloso y grandísimo órgano. El órgano procedía de la India y producía un sonido grato y feliz, el cual me recordaba a una canción que me encanta.
Cuando empezó ha hablar de la música me impresionó todo lo que decía, y sobre todo la frase que más resalto: "LA VIDA ES UN SUEÑO", sobre todo por que yo opino lo mismo, ya que vivo y muero por ella.
Yo no me imaginaba que le música en la India fuese tan diferente a la que estamos acostumbrados a escuchar en España, los instrumentos son tan diferentes.
En España los instrumentos son metalizados ,. mientras que los de la India tienen más variedad y producen sonidos como el del agua, el barro, la tierra...
Para el elefante viajero, pienso, que a los que les tocó la India les facilitó mucho el trabajo y, con esa ayuda, podrán hacerlo mejor.
A mi parecer, me causó una grata impresión que este señor viniese al instituto a contar su experiencia después de haber estado en tanto países y haber vivido cosas muy impresionantes. :)

Anónimo dijo...

Para mí,conocer a este hombre,fue una maravila. No tenía ni idea de que con un poco de barro se pudiera hacer una pieza que sonara de esa manera. Y es curioso como lo hizo, por que necesito nada másque un cachito de barro y las manos. La música que este hombre hace es fascinante, transmite su entusiasmo y su amor por la música. Dijo que la música es vida, y creo que tiene un poco de razón. Por que transmitió tanto en aquel rato que toco el armonio indú, que por unos instantes me trasladé a aquellas tierras. A mí, personalmente, megustó mucho.
Andrea García Olmos 3ºA

Anónimo dijo...

Este señor procedente de Francia vino a enseñarnos un poco de lo que se dedicaba. Estuvo haciendo las 3 primeras horas un taller artesanal e hicieron pajaritos, después del recreo fuimos a la clase de música y hay estaba él,llevaba solamente su armonio Indú unapequeña manta para ponerla debajo del armonio y él estaba sentado en el suelo.
Al principio cuando entré en la clase me dió un poco de mal rollo pero luego mientras fue pasando la clase ya fuimos tomando más confianza con él. Estuvo tocando música procedente de la India y de Mongolia. Lo que más me inpresionó fue que estaba tocando el armonio estaba estaba también cantando y cuando terminaba de tocar él seguía cantando y haciendo varios tonos con la garganta. Y esos cantos se llaman Cantos diafónicos, sonando simultaneamente en la garganta. Iván llevaba pinta de hippie e incluso gente decía que tenía pinta de vagabundo.
Nos estuvo contando muchas cosas sobre el mar, la tierra y nos contó que antes en los pueblos se comunicaban con la música ya que no tenían medios de comunicación.
En mi opinión conocer a este hombre ha sido buena ya que hemos aprendido mucho.

Anónimo dijo...

El comentario anterior es de Sandra Larrosa 3ºA :D

Anónimo dijo...

Ivan Levasseur.

Para mi, la primera vez que lo vi me causó una sensación extraña,no esperaba que "su físico" fuera el de un músico importante. Pero ahí está la razón de que las apariencias engañan.
Al principio de escuchar como tocaba, no le veía sentido y pensaba que no hacía nada, pero me di cuenta de que poco a poco me llamaba más la atenión y al final (creo yo) a todos les acabó gustando y también se les hizo divertido.
Cuando se hacía eso en la garganta no me gustó mucho , porque parecía que se la iba a romper o algo así, y además también el tono de voz variaba...
Me gustó la experiencia, y respeto al elefante con Grecia no hemos encontrado gran abundancia de instrumentos en el libro, pero intentaremos encontrar más.
MUSEO
Respecto al museo, me lo pasé genial, durante el trayecto en autobus...
En todos los instrumentos habían tonos inimaginables y en varias alturas.
Recuerdo el Gong Chino que era gigante y sonaba super grave y retumbaba todo el museo.
Caundo tocamos todos los instrumentos estuvo chulisimo y realmente también fue una experiencia nueva que volveríaa vivir :)


LAURA VILLENA :)

Marta Cano dijo...

El día 7 de febrero de 2012 vino a clase de música un música llamado Iván que hasta ahora había sido desconocido para mí se sentó en el suelo y empezó a tocar un instrumento entre piano y acordeón que se denominaba armonioindú procedente de la India. Mientras tocaba contaba con la voz, pero no eran palabras (bueno algunas veces sí que cantaba) era como dos sonidos y luego se tocaba el cuello para que el canto resultara un tanto diferente, era como golpecitos y era lo que más me gustaba. Sus vestiduras eran muy de hippie, con una chaqueta a rayas y de colores y unos pantalones amarillos, un tono más apagado, el pelo era blanco y largo, al igual que su barba, oí decir a una persona: ¡Ha venido un indio! Luego contó una historia acerca de "Los sonidos de la tierra", en algunas partes no le entendía, puesto que era francés y entiendo muy bien que el español resulte difícil. Sus cantos diafónicos, de Mongolia, parecían como varias armónicas sonando simultáneamente en su garganta, era muy fascinante.Esta música que él realizaba me sonaba mucho al viaje del elefante, pues partía de la India y en todo nuestro trayecto vamos conociendo tanto realmente como en la ficción otras nuevas culturas y creo que esto ha servido para conocer más otro tipode música. También cantó que hube un pueblo en Australia que se comunicaba telepáticamente y eso se me quedó en la mente porque lo veo muy interesante.Liego nos mostró dos pajaritos de barro , que los había hecho al igual que otros muchos instrumentos que él mismo realizaba, que eran instrumentos sencillos, pero con un sonido muy armonioso, Me hubiera gustado irem con él a comer con el resto de la clase también , para que nos hubiera contado un poco más. Luego nos pusieron parte de la película, que él había hecho, enseñándolos algunos de sus instrumentos que aprecían mini personas como indígenas, salvo una que era un sirena con la cola azul. Me gustó mucho su visita, pues fue una clase de música diferente. Me resultó extraño que un música de tan importante prestigio, según el profesor, viniera a nuestro instituto, supongo que tuvimos bastante suerte. A lo mejor, iremos de excursión al cine cuando salga su película. Espero que visite nuestro blog y así tener un nuevo seguidor, además me pareció un hombre muy amable y humilde.

Anónimo dijo...

Hola,soy Alba y la experiencia que tuve con Iván fue única. Ya que me sorprendió muchísimo lo que podía hacer con su voz, también me sorprendió la forma que tiene de pensar, ya que piensa que la música abre las puertas para relacionarnos.
Me hubiese gustado haber hecho el taller para construir la flauta pájaro. Espero volver a tener una experiencia como esta.
Alba Molina López.3ºA

Anónimo dijo...

El 7 de febrero del 2012, fue un día especial. Vino a nuestro instituto un gran músico, llamado Iván Lausseur. Al principio pensé que era un señor que tocaba en la calle, pero cuando empezó a tocar me di cuenta que mi pensamiento era erróneo.
Nos deleitó con su música, una increíble música que transmitía mucha paz, vida y sobre todo las ganas de conocer y aprender más sobre otros países.
Iván vino acompañado de un instrumento, llamado armónico hindú, al principio creí que eso era una tontería, pero cuando comenzó a cantar y a tocar aquel instrumento, vi que no era ninguna tontería, ese señor vivía por y para la música y creo que por nada del mundo cambiaria su trabajo.
Nos contó que había viajado por casi todo el mundo y también nos dijo la importancia que tenia para él el viaje. Para él, el viaje es una dosis de aprendizaje.
Nos enseñaron un video, con todos los instrumentos que él mismo había hecho, y la verdad es que eran increíbles. La triple flauta fue la que más me sorprendió, pero sobre todo me impactaron las dos figuritas, esos dos pajarillos de barro, ¡eran increíbles! Su sonido es muy armónico, cuando Iván lo tocó me transmitió mucha paz, pero después le dio un toque de ritmo y me di cuenta que también podían transmitir mucha alegría.
También me sorprendió como iba vestido, esos colores tan alegre y vivos, como un arco iris.
Me gustó mucho que Iván viniese, ya que nos transmitió toda esa fuerza y ganas de vivir que tiene, o por lo menos eso me transmitió a mí, que la música es todo; es la vida, la tierra, el cielo, el barro… , pero sobre todo la vida.
Me gustaría que Iván volviese, para poder hacer con él algún instrumento, pero en realidad me gustaría que volviese para que nos volviese a enseñar su increíble música y nos vuelva a transmitir sus ganas de vivir y la importancia que tiene la música.
Me hubiese gustado compartir más tiempo con él, espero que otro día vuelva y podamos estar más tiempo con él.
¡Ese día fue genial!
Andrea García Torralba. 3º - A.