viernes, 9 de marzo de 2012

IBAFF: ¡SOMOS PARTE DEL JURADO!


La noticia de que íbamos a formar parte del jurado nos produjo una grata alegría: hemos visto una serie de cortometrajes y mañana por la noche, en la gala que se celebrará en el Teatro Circo de Murcia, sabremos quién ha resultado ganador.

Es agradable participar en un evento de la envergadura de este festival, que este año concede su premio honorífico al director cinematográfico, fotógrafo y poeta ABBAS KIAROSTAMI, un iraní nacido en 1940 que se confiesa "niño", entre otras muchas cosas. Una de sus películas más conocidas, El sabor de las cerezas (1997) obtuvo la Palma de oro en el festival de Cannes y es un canto al optimismo, a la vida, al sonido, a la luz... En definitiva, una obra de arte.

Queremos agradecer desde nuestro espacio a su directora que nos haya regalado la posibilidad de subirnos al tren de este viaje tan agradable y esperamos que el corto que votamos resulte, finalmente, ganador... 





4 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me encanto esta actividad ya que nos dio la oportunidad de ver unos magníficos cortometrajes.

Un saludo de Roberto Carlos.

Melody dijo...

La mayoría de los cortometrajes eran buenísimos, y unos pocos con mucho sentimiento y muy bien realizados.
Mi clase no pudo ver todos los cortometrajes, se perdieron dos, y para mi gusto, se perdieron el mejor de todos, el que a mi más me gustó.
De su nombre, ahora mismo, no me acuerdo, pero el cortometraje era... como describirlo... Sinceramente creo que solo puedo describirlo con una palabra: INCREÍBLE.
Este era de los pocos cortos que no querían transmitir un solo sentimiento, si no que quería transmitir muchos y muchas ideas. Además, estaba muy bien trabajado y habían unas escenas con unas perspectivas de cámara y unos ejes estupendos.
Fue una lástima que mis compañeros no lo vieran porque de verdad valía la pena.

Ángela Bernabé 2ºE dijo...

¿Qué es para nosotros la pobreza infantil?
Se lo puedes preguntar a cualquier persona de esta cuidad y seguro que el 75% diría que se tratar de pasar hambre o algo por el estilo. Pues, es más que eso, es el maltrato a los niños, la explotación infantil y otros muchos temas. Pero los principales son los que acabo de nombrar.
Muchos niños viven en países en los que el hambre y las guerras son lo principal. Su día a día es una lucha incansable, sufren abusos sexuales y malos tratos.
Estos niños nacen en familias en las que lo más importante es poder comer y no pasar hambre, para conseguir algo de dinero y alimentarse los propios padres los venden, prostituyen, etc. Los trabajos más perjudiciales y esclavos los suelen tener los niños.
La incidencia de la pobreza en los niños y niñas es un grave problema en Europa, ya que un 19 por ciento de la población infantil vive por debajo del umbral de pobreza.
La pobreza es la primera causa de mortalidad infantil en el mundo. Tras esta verdad como un templo se agazapan las muchas caras de la desgracia.
Para abismo, el que separa a los primeros y los últimos países de la tabla internacional de expectativas materno-infantiles. De los diez primeros ocho son europeos, más Nueva Zelanda y Australia.

Los diez últimos son todos africanos. Entre unos y otros media un mundo y la grieta, lejos de menguar 'está creciendo', subraya Mohedano. En Suecia, campeón mundial, todos los partos cuentan con personal cualificado. En Níger, farolillo rojo, apenas un tercio.

Doscientos millones de niños menores de cinco años no disponen de cuidados sanitarios elementales, 10 millones mueren cada año y, de éstos, 4 millones expiran sin cumplir un mes de vida.
Numerosos estudios revelan que la pobreza infantil no se limita al mundo menos desarrollado, donde lógicamente su gravedad es mayor, sino que también afecta a un porcentaje no desdeñable de niños en los países ricos, con importantes implicaciones sobre su bienestar futuro.
Puede hablarse, así, de cierto redescubrimiento de la vulnerabilidad de la infancia en las sociedades industrializadas. Los altos niveles de crecimiento económico registrados en los últimos años no habrían bastado para reducir sustancialmente el riesgo social de este grupo.
La explotación infantil puede definirse como los niños y niñas menores de 18 años que desempeñan cualquier actividad económica de producción que afecte su desarrollo personal o el disfrute de sus derechos.
Niños y niñas que son obligados a mantener un constante trabajo para que después le quiten los ingresos recaudados.
Todo esto sucede en millones de países y pienso que podrían hacer algo al respecto.

Paula dijo...

El mejor fue el de las bombillas, sin duda :D aunque el del pueblo ese desierto también estaba bien :)